La Librería

Pequeños retales de literatura

viernes, septiembre 30, 2011

Ai Jean-Luc, ¡ai Jean-Luc!

Esta canción de Els Amics de les Arts me encanta. Creo que buena parte de mi vida está en esta letra (imaginen ¡qué vida más triste!). Ahora solo falta ponerme una camiseta de Cola Cao y ponerme a hablar delante de una cámara para confesar mis pequeños grandes fracasos. Y es que nunca entendí a Godard.



Ai Jean-Luc, ¡ai Jean Luc!
vull entendre-ho però no puc.
Ai Jean-Luc, ¡ai Jean-Luc!

Ell va dir que en casos com aquest
no es tracta de ser més guapo o de ser més lleig,
sinó d’estar convençut de fer-ho

Jo vaig dir “ja, però si ara hi vaig i ella no ho vol després què,
després tot això acaba siguent un rotllo patatero

Em va convidar a fumar
i en un plano seqüència
una frase magistral
una dona és una dona,
no et preocupis, tant se val

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martes, septiembre 27, 2011

Interpolación: el tigre Simenon

El Tigre
Iba y venía, delicado y fatal, cargado de infinita energía, del otro lado de los firmes barrotes y todos lo mirábamos. Era el tigre de esa mañana, en Palermo, y el tigre del Oriente y el tigre de Blake y de Hugo y Shere Khan, y los tigres que fueron y que serán y asimismo el tigre arquetipo, ya que el individuo, en su caso, es toda la especie. Pensamos que era sanguinario y hermoso. Norah, una niña, dijo: Está hecho para el amor.
Borges

Pasen y vean, señores y señoras. Pasen y vean al animal. Al monstruo. No le tengan miedo. Está bien encerrado y no conseguirá hacerles daño. Es más, su espectáculo les entretendrá. Traído desde muy lejos para que ustedes puedan contemplarlo. Pero sobretodo, traído para que ustedes lo entiendan. Y deben comprender muchas cosas y estudiarlo detenidamente antes de prejuzgarlo. Nunca tuvo la voluntad de hacer daño, pero su instinto es dañino para los demás. No deben acercarse demasiado a la jaula, porque aunque ahora lo vean calmado, es irascible, y capaz de destrozar a cualquiera que se encuentre al alcance de su furia. Deben comprender que esa mirada entre triste y rabiosa se debe sobretodo a que ansía la libertad y no hay nada que pueda atarlo. Por lo que todo aquel que intenta siempre encerrarlo corre el riesgo de sufrir al final la furia de su ira. Odia estar enjaulado y ni siquiera unos barrotes de oro servirían para apaciguar su rabia. Le gusta la carne humana. Le gusta el sabor de la sangre. Y le gusta demasiado el olor de las hembras. Dos matrimonios a cuestas e innumerables amantes lo corroboran, y el problema es que entre las que pasaron por su cama está su secretaria, su ama de llaves, su cocinera y dios sabe cuántas más. Corre el rumor que quizás fuesen diez mil mujeres las que pasaron por su cama, y entre ellas tuvo como amante a la inolvidable bailarina y cantante de blues Josephine Baker, estrella mulata del cabaret durante los años locos parisinos. Aunque esa cifra de diez mil mujeres encamadas quedó desmentida por una de sus esposas, que dijo que ya serían menos, quizás unas… mil doscientas. Asiduo a las prostitutas, el gran Simenon cada día podía tener dos o tres mujeres de la mala vida esperándole en su Rolls Royce, traídas por uno de sus voluntariosos chóferes; recogidas directamente del prostíbulo más cercano para satisfacer el inagotable apetito sexual de Simenon. En su lista de damnificadas, tenemos a su segunda mujer, dominada por el alcohol y con una biografía salpicada de intermitentes estancias en psiquiátricos. Pero sobretodo la más dañada es su preciosa hija Marie Jo, muerta por suicidio cuando sólo tenía 25 años, por una bala que le atravesó el corazón. El motivo del suicidio quedará sólo para ella, pero una de las causas que la desequilibró sin duda era la de creerse enamorada de su propio padre. ¡El gran Simenon que construyó su propio harén entre sus dominios, con mujeres a las que pudiera poseer cuando le viniera en gana! En su castillo de Echandens –uno de los treinta y cuatro domicilios en los que residió-, nunca rigieron los convencionalismos puritanos, sino que allí solo imperó el impulso del corazón transmutado en deseo.

¡Pero no se crean que le juzgo con dureza! Simenon tiene una cualidad que le salva de cualquier reproche: Simenon ama la vida y por ello sencillamente sé que la exprime al máximo. Quiere con locura a sus hijos, y tiene un atractivo especial ante el resto del mundo; siempre es el centro de atención en cada fiesta que monta. La gente se rinde fascinada ante su humilde y simpática oratoria. Pero sobretodo hay una cualidad que le hace destacar por encima del resto de los mortales: escribe, escribe y escribe… apenas corrige lo que sale de su máquina de escribir y suele publicar unos cinco libros por año. Vive para la literatura, alterna sus encuentros con la jet set, con periodos en los que se aísla en su castillo con su familia, y la decena de personas que trabajan para su servicio. Nadie le ha regalado nada, ya que proviene de una infancia pobre y es en realidad entre los pobres donde el dice sentirse más cómodo, y sin embargo su éxito le ha convertido en uno de los escritores más ricos del mundo. Los capítulos de sus libros salen del rodillo de la máquina de escribir como si de una imprenta se tratase. Nadie le debe molestar mientras está escribiendo, porque es así como consigue el grado de concentración necesario. Para escribir necesita alcanzar una especie de trance en el que su pensamiento se vea totalmente inmerso por la atmósfera de sus novelas, ambientadas normalmente en el París de los bajos fondos. Simenon debe meterse en la mente del delincuente, la mujer despechada o el detective intuitivo. Cuando escribe debe sentir tanto el sufrimiento y la culpabilidad, debe empatizar esos sentimientos para así poderlos plasmar sobre el papel. Pierde casi un kilogramo entre sudores, después de cada jornada como escribiente. Simenon mientras escribe redime su pena y a la vez exorciza sus propios dolores del alma. Cuando escribe se libera.

Tiene un prolífico record: es capaz de teclear ochenta páginas en un sólo día de una calidad más que aceptable. Los críticos se muerden las uñas ante tamaña producción. Sus libros se amontonan en las librerías, en un número que ronda la cifra de quinientos. Las ventas se multiplican. Escritor de numerosos pseudónimos, de folletines, de novela rosa o novelas eróticas. Innumerables artículos y cuentos salen de su fecunda mente. Pero sin duda los libros que le llevarán al éxito más absoluto son sus 78 novelas sobre las aventuras del inspector Maigret.

Georges Simenon era un genio en cuanto a lo que literatura se refiere, y sin embargo una cosa no quita la otra, Simenon es un espécimen peligroso para el género femenino, porque raras son las personas que no sucumben ante el ataque de los celos.
Simenon Cage au verre
Allá por 1927, Eugène Merle, director de varios periódicos parisinos, le lanza un reto a Simenon: deberá escribir una novela dentro de una jaula de cristal a la vista del público. La jaula que se colocará sobre una plataforma en el Moulin Rouge. El público le marcará los detalles de la trama y durante tres días Simenon permanecerá a la vista del público tecleando con su máquina de escribir. Y comenzará y acabará el libro encerrado por paredes de cristal. Eugène le ofrece 50.000 francos de entrada –una cantidad más que considerable para la época- pero al finalizar el acto Simenon cree que entre unas cosas y otras puede llegar a ganar 200.000 francos. Simenon por entonces es joven, ni siquiera a cumplido los veinticinco años. Lo acepta de inmediato incitado por su instinto, y creyendo que será un campaña de marketing que acrecentará su fama. La jaula de cristal se comienza a fabricar. Pero la crítica literaria se ceba con él y con el proyecto, al considerar que está rebajando el estatus de los escritores a monos de feria. La presión mediática hace que se paralice el experimento sociológico. Este gran hermano literario nunca se llevará a cabo y pasarán muchos años hasta que la televisión popularice este tipo de shows televisivos. Sin embargo la leyenda del escritor enjaulado se instaurará en la mente de muchas personas y seran muchos los que imaginaran que vieron a Simenon encerrado en la jaula de cristal, por lo que numerosas biografías darán la anécdota como realizada. Quizás porque Simenon tampoco se molestó demasiado en desmentirlo, quizás porque Simenon siempre fue el máximo artífice de su propia leyenda...

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lunes, septiembre 26, 2011

La lista de Sílvia (X)

Vida de Oharu, mujer galante (1952)
DIRECTOR Kenji Mizoguchi

La vida de Oharu tendría que haberse titulado La vida triste de Oharu, porque la verdad es que la pobre japonesa no gana en desgracias. Una mujer que primero se enamora con un sirviente, y no la dejan ser feliz. Luego es concubina de un importante japonés y le quitan el hijo al que da a luz. Luego pasa a ser prostituta para saldar unas cuentas que ha acarreado su padre. Y a partir de entonces casi todos los hombres la miran con superioridad y desprecio (lo del status de las geishas debe ser solo para las prostitutas de alto standing), como si fuera ella la que ha elegido ir por el lado reprobable –más bestia que cantaba Albert Pla- de la vida.
Y así sigue y sigue… y cuando parece que levanta cabeza, de nuevo su pasado de prostituta vuelve a salir a flote y ella vuelve a hundirse. Hasta que al final parece ya volverse medio loca y su único consuelo es volver a ver de lejos al hijo que había dado a luz y que le habían arrebatado, convertido ahora en un gran señor.
La película en cierta manera funciona como diversos cuentos autónomos, todos con un final triste en la vida de Oharu. No acabo de pillarle por eso la moraleja, salvo que “aunque intentemos ser dueños de nuestros destinos, a veces la suerte siempre nos da de lado”. Y que “cuando miremos a una prostituta o semejante, no deberíamos juzgarla porque pueden haber caído en ese estrato social por un cúmulo de circunstancias adversas en las que cualquiera podría verse inmerso.”
Los planos son correctos, la mayoría son bellos planos secuencia con ausencia de primeros planos, e intentando filmar con encuadres muy específicos y buscando perspectivas.
No me convencen los fundidos en negro que se utilizan a veces para hilar entre escenas. Y la película también me parece excesivamente larga.
NOTA: 6,5
Vida de Oharu


47 Ronin (1941)
DIRECTOR Kenji Mizoguchi

Me imagino que gran parte de la incomprensión de esta película es verla a través de una mentalidad occidental, cuando lo que está intentando reflejar es algo tan distinto que lo que refleja el código Samurai.
La película refleja una leyenda japonesa: un jefe de una casa japonesa (una especie de señor feudal) ataca a un funcionario estatal al sentirse ofendido por unas declaraciones. El primero (Asano) yerra su ataque, pero por la agresión es condenado a seppuku (suicidio). En cambio el que había ofendido (Kira) no le condenan por ofender. La “casa” del suicidado es además condenada, y por ello los samuráis que la custodian tienen que entregar el castillo que gobiernan. La mayoría están dispuestos a morir antes de entregarlo, pero Oishi, el jefe de los samuráis tiene en mente un plan más elaborado, el que da el letargo de una venganza fría.
La casa se disuelve y durante más de un año los leales samuráis (ahora samuráis sin amo: ronín) permanecen a la espera dispersos, hasta que Oishi decide actuar en venganza cuando Kira ya no se lo espera.
Los 47 ronín atacan la casa de Kira y lo matan, vengando a su amo.
El shogunato condena después a todos los que participaron en el ataque a morir también por seppuku, igual que murió su amo. Los ronín entonces aceptan honorablemente ese destino que ven justo.
Lo más destacable de la película son los encuadres con los que Mizoguchi rueda los planos-secuencia. Normalmente sitúa la cámara enfocando alguna de las habitaciones de paredes de papel, y luego eleva la cámara en traveling hasta llegar a otra habitación o parte de la casa donde continúan los diálogos.
La manera en que continuamente muestra la arquitectura de las casas japonesas es muy bella. También destacable la iluminación, ya que parece que casi siempre todo transcurra durante el atardecer, lo que favorece la creación de sombras.
En la parte negativa: las más de treeeees horas que dura (en realidad son dos películas que componen una unidad, pero la verdad es que la poca “acción” que hay hubiese quedado mucho más compacta rodada en una película con mucho menos metraje.
Odio los fundidos en negro con los que a veces empalma las escenas.
Y quizás mi mayor condena es tener a 47 samuráis en nómina –je,je- y abstenerte de rodar una puñetera escena de acción (salvo los seppukus que fuera de su parte ceremonial son algo aburridos). Dicen que para el 2012 Keanu Reeves está rodando una nueva versión de esta historia, que me imagino que estará rebosante en escenas de acción (pues ni tanto, ni tan poco).
La otra cuestión que me desconcierta –como decía al principio- es ese sentimiento de lealtad del código samurai que implica conceptos como venganza a toda costa y suicidio. Da la impresión que matas a un importante noble japonés, y entonces se desencadena una cadena trágica de venganzas y suicidios con un abultado balance de bajas por el que puede peligrar la población nipona. Tengo que ver por eso otra película de la que he oído hablar llamada Hana (Hana yori mo naho) en la que el argumento es precisamente el contrario: un samurai que en principio quiere vengar la muerte de su padre, y a medida que pasa el tiempo se va dando cuenta de lo inútil de esa voluntad de venganza.
NOTA: 6,5
47 Ronin

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viernes, septiembre 23, 2011

El satelite UARS caerá hoy sobre la Tierra

Satelite

¡¡¡¡Vaaaaaaamoooooooos a mooooooooooriiiiiiiiiiiiiiiiir!!!!

Leyendo este titular en un portal de segunda fila, me he quedado realmente anonadado. Por si no se lee, copio la letra pequeña: “Hay 1/3200 probabilidades de que en los próximos días un satélite, que estuvo analizando el clima de la Tierra desde el espacio, aterrice sobre tu cabeza”.

Evidentemente se trata de un error de interpretación por parte de un redactor que tiene una cierta predisposición hacia los titulares sensacionalistas. No sé si es política de empresa, pero me doy cuenta que este tipo de práctica es cada vez más frecuente en la red. Este hecho sumado a otros que no nombraré ahora, me hace pensar que los antiguos códigos deontológico o manuales de buenas prácticas han quedado desfasados ante la ley de la selva que manda en la red. Y por contradictorio que parezca, yo soy el primero que defiendo a capa y espada la libertad que debe tener la red, y la idealizo como un mundo 2.0 sin muros ni censuras. Pero ocurre un fenómeno extraño, el usuario que entra a la red sin interés lucrativo suele comportarse de forma ética, pero el dinero -que por supuesto entiendo que es indispensable para la vida y además representa buena parte del futuro de la red- tiene también la mala cualidad de corroerlo todo. Y este afán por ganar unos dólares, provoca la existencia de decenas de prácticas reprobables y molestas para el usuario de a pie (o de sentado ;) generalmente).

Pero volviendo al caso del satélite que caerá esta tarde. Evidentemente a esa probabilidad que da la Nasa, hay que multiplicarla por la población mundial (suponiendo que ese 1/3200 del que se habla, se haya calculado sobre el total de la Tierra, quiero decir, si no se han restado previamente ya algunas de las áreas donde se descarta que van a caer los fragmentos del satélite). Lo que viene a dar una posibilidad de 1 entre unos 22 billones de que el cielo caiga sobre nuestras cabezas –que decían Astérix y Obelix-.

Recuerdo que el diseñador Paco Rabane no hace mucho, en un ataque de idiotismo creyó interpretar la charlatanería de Nostradamus, y llegó a asegurar que determinado día que había un eclipse, la vieja estación espacial Mir caería precisamente sobre París, incendiándolo todo y llevando a la ciudad a un apocalipsis de muerte y destrucción. Entonces, hubo un grupo de escépticos que agrupados bajo un slogan que me hizo cierta gracia: Merde a l'apocalypse (Mierda al apocalipsis) se concentraron ante las puertas de una de las tiendas del modista, y se dedicaron a contemplar desde allí, alegremente y en tono de guasa el fenómeno astronómico. Por si alguien tiene la curiosidad, la estación Mir se acabó desintegrando mientras caía hacia las aguas que rodean las islas Fiji.

El UARS –nombre de este satélite americano y que viene a ser el acrónimos del Upper Atmosphere Research Satellite- tiene el tamaño de un autobús, pero afortunadamente no caerá de una pieza, sino como cualquier otro objeto que entre en la atmósfera terrestre, sufrirá el rozamiento de la reentrada, y aunque no se desintegrará totalmente si quedará fragmentado en diversos pedazos (aunque se habla que algunos de esos trozos de chatarra podrían llegar a tener un peso que superase los 100 Kg).

El tema de la chatarra espacial –la que cae y la que no- es todo un tema que se merecería sin duda uno de esos post que nunca haré. Aunque este video que coloco a continuación: Space debris spotlight ya es de por sí, bastante instructivo.

De todas maneras si ya de entrada la probabilidad de que caigan los fragmentos sobre tierra más que sobre el mar azul es rara; y si encima los científicos han dado los cálculos que caerá por/cerca de América más que del resto de continentes, creo que podré salir tranquilamente esta tarde durante las fiestas de la Mercé (quiero ir al concierto de Gossos para desintoxicarme que ayer tuve una sesión de algo extraño llamado drum and bass en la sala Plataforma, y ¡Por dios! Nunca había oído tanta distorsión con voluntad de ensordecer mis delicados oídos). Es que hacía más de diez años que mis pies no pisaban esa sala, y hubiera jurado que la probabilidad de que esto sucediese era prácticamente tan remota que la de que un fragmento del satélite cayera sobre mi cabeza. Sin embargo la vida da muchas vueltas –naturalmente me liaron-, por lo que aconsejo que es bueno que uno de vez en cuando alce su barbilla y mire con sus ojos fijamente las estrellas, aunque sólo sea por si este estuviera a punto de quebrarse, y terminase así cayendo el cielo sobre nuestras cabezas.

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lunes, septiembre 19, 2011

La lista de Sílvia (IX)

Llegó Fray Luis León a sus cátedra después de cinco años de ausencia, y ante sus nuevos alumnos soltó aquella simple frase, que quedaría para la posteridad: “Decíamos ayer…
(Pues eso que llevo un par de semanas muy ocupado… pero seguimos. Tengo un par de post en la “cocina” no tan cinéfilos como estos últimos, pero entre unas cosas y otras no los he terminado, y tendrán que esperar aún unos días).


Horizontes de grandeza (1958)
DIRECTOR William Wyler
Esta también la había visto, y aún guardaba en mi memoria algunas escenas que me parecen míticas, como el duelo final en el desfiladero entre los dos viejos o cuando Pat Terrill (Carroll Baker) se enfada con su prometido y llama cobarde a James McKay (Gregory Peck). No soy un fan de los westerns, pero la película hay que reconocer que es muy buena, por que el argumento esta lleno de matices: desde el odio entre ambas familias; a toda la trama amorosa, con desenamoramiento y posterior enamoramiento de otra mujer; hasta el asunto de qué es en realidad la cobardía y sobre la lección de aprender a medirse con uno mismo, sin tener que depender de las habladurías de los demás. El escenario de los paisajes es espléndido, y la música que acompaña a los jinetes cuando cabalgan también es de nota (sic.).
Quizás, por ponerle un pero, me quejaría de la traducción del título, que aunque Horizontes de grandeza no suena mal, no entiendo de esa manía de cambiar el título en las traducciones. El título inglés es “The big country” que vendría a ser “El gran país”, y mantiene un juego con una frase que se repite varias veces en la película. Posiblemente el título castellano suena mejor, pero tengo mis dudas de si uno tiene derecho a cambiar la intención del título original, para poner otro arbitrario.
NOTA: 8
“Horizontes


Cuentos de la luna pálida de agosto
(1953)
DIRECTOR Kenji Mizoguchi
Una película compuesta de varios cuentos de fantasmas japoneses. Dos cuñados alfareros dejan a sus respectivas familias por la ambición de vender sus cerámicas en el pueblo vecino para poder ganar más dinero, con el peligro de dejar de proteger a sus respectivas mujeres, porque en las tierras en las que viven están apunto de llegar soldados de un ejército enemigo, pero eso a ellos no parece preocuparles demasiado ante la posibilidad de poder ganar más dinero.
Ambos alfareros se verán inmersos en diversos imprevistos tras alejarse de sus familias, y estos problemas les llevarán a estar fuera de casa más tiempo del esperado. Para cuando vuelven de regreso se encuentran que todo ha cambiado.
La película es muy correcta en cuanto a la dirección y al rodaje (algunos planos son bastante buenos), aunque quizás no he conseguido meterme totalmente en su argumento. Algo por eso debe fallar, aunque no se bien el qué.
NOTA: 6,5
“Luna

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lunes, septiembre 05, 2011

La lista de Sílvia (VIII)

El silencio de un hombre (1967)
DIRECTOR Jean-Pierre Melville

Me imagino que uno de los mayores valores de esta película es ser un clásico del cine negro francés, y que ha servido de inspiración para otro películas actuales del tipo Ghost dog.
Alain Delon tiene en toda la película cara de palo, pero tampoco lo voy a criticar porque seguramente siguió las instrucciones que le dieron para que pareciera un frío asesino solitario.
En general es correcta. Hay algunas chicas majas a las que creo que se les podría haber sacado mayor partido si les hubieran dado un poco más de frases de guión, pero bueno. La película también me ha parecido interesante por la persecución que ocurre por el metro de París, cuyo rodaje me parece que está bastante bien logrado.
La trama no es que me parezca una maravilla argumental, pero de todas maneras ya digo que presupongo que el valor más que nada es sentar las bases de un género y una estética, que luego se ha imitado una vez tras otra.
NOTA 6
Melville

Grupo salvaje (1969)
DIRECTOR Sam Peckinpah

Es la película que más recordaba de las que había visto, y es que la vuelvo a ver y vuelvo a pensar que es una maravilla. Es lo que llamo una película totalmente redonda. No es que yo sea un fanático de la violencia, pero ¡es que está tan bien rodada! desde el asalto inicial al banco, hasta la orgía de muerte y destrucción que ocurre al final.
Y en medio, el compañerismo que puede llegar a haber entre rudos pistoleros. Pero es que la película está llena de sutilezas: unos amigos que dejan entrever una historia pasada y que ahora el destino hace que luchen en bandos contrarios; una línea entre el bien y el mal que es tenue, y que por ella los forajidos perseguidos son igualmente capaces de acudir a la llamada del dinero fácil como a la voluntad más intima a las que les lleva el honor y la voluntad del corazón. Y de fondo un oeste americano que parece avanzar a marchas forzadas a ritmo de ferrocarril y que los deja a ellos cada vez más apartados de su forma de vida. Al final, una esperanza, con esos campesinos que representan al pueblo que luchan contra un decadente ejercito federal mexicano, dirigido por el déspota general Mapache.
¡Pero es que cada plano es fabuloso! Desde unos simples caballos que caen por las dunas de arena, a un asalto al tren espléndidamente rodado.
NOTA: 10
Peckinpah
¡600 entradas! Cuantas horas que ya he pasado por aquí...

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viernes, septiembre 02, 2011

Los misteriosos gatos alados

Hace unos años existía en un pueblo de la Zamora profunda, la más que discutible tradición de lanzar una cabra desde lo alto de un campanario. Tras la caída, ésta era supuestamente recogida por una lona antes de impactar contra el cemento (aunque el mal trago que pasaba la cabra no se lo quitaba nadie). Con el tiempo -como es natural- las tradiciones se vuelven más civilizadas, y los quintos parece que se han acabado conformando con lanzar un muñeco desde lo alto de su campanario y entre una cosa y otra, luego sencillamente se dedican a pasear la cabra por las calles del pueblo como si de la legión se tratase.

Algo parecido ocurría en el pueblo de Ypres (Bélgica). Siglos atrás, los gatos que históricamente siempre han llevado una extraña etiqueta que los ha emparentado con las fuerzas del mal, quizás por esta pobre excusa, eran también arrojados desde lo alto de un campanario. Actualmente la costumbre persiste, pero mucho más civilizada, y en vez de tirar un gato vivo desde lo alto de un campanario, lo que se arroja son gatos de peluche.

caída gatoLo curioso es que un gato puede caer desde alturas considerables, y generalmente suele salir sin daños. Incluso se da la curiosidad de que suele salir más ileso desde una altura muy alta que desde una altura bastante más baja, ya que lo importante para el gato es que tenga tiempo para colocar sus patas extendidas hacia abajo dispuestas a amortiguar el golpe. Así que mientras que una persona normalmente fallecería desde una caída de un tercer o cuarto piso, se han dado casos de gatos que han sobrevivido a caídas superiores a alturas de varias decenas de pisos, y para ello sólo han tenido que rotar instintivamente, hasta poner sus patas hacia abajo (un chiste probabilístico plantea el dilema sobre que sucedería si se lanza un gato con una tostada de mantequilla atada en la espalda, por aquello de que el gato siempre suele caer de pie, y la ley de Murphy que dice que la tostada siempre cae por el lado que tiene la mantequilla).

Ahora bien, ¿y si el gato fuera algo así como las compresas y tuviera alas? La pregunta puede parecer absurda, pero no; leyendo algunas extensas notas sobre la biografía de Carmen Laforet, leo que esta dijo en cierta ocasión que había soñado con un “gato con alas” y esta idea durante varios días la obsesionó. Me imagino que este gato alado podría haberse convertido en un personaje que diese pie a algún tipo de relato escrito por ella de tipo infantil. Desde luego creo que la idea podría haber cautivado a los niños (¿no se fascinaron los niños cuando el pequeño elefante Dumbo comenzaba a volar con el aleteo de sus orejas?) Quería echar un vistazo a la biografía que escribieron al alimón Teresa Rosenvinge (la hermanísima de la cantante) y Benjamín Prado, más que nada porque precisamente el primer capítulo lleva por título: Un gato con alas. Sin embargo no he conseguido localizar el libro en las librerías que acostumbro, con lo que me he quedado con las ganas (vaticino que en el futuro todos los libros estarán digitalizados y podremos consultarlos fácilmente, lo que permitirá un gran progreso a la hora de globalizar todos los avances científicos o humanísticos).

De todas maneras descubierto este hecho de la vida de Carmen Laforet, me he puesto a investigar un poco sobre los gatos alados, y haberlos, haylos.

Los rastros de gatos alados se dan en diferentes culturas: desde los gatos alados que arrastran el carro de la diosa Freja en la mitología nórdica, hasta los tigres alados en la mitología china. Y durante muchos años se creyó que esos gatos alados que aparecían en los bestiarios del medievo debían ser fruto de la excesiva imaginación de sus ilustradores. Sin embargo no era así.

Gato alado
Foto del gato alado de Tunceli (Turquía) 2008.

Hace unas décadas cuando se comenzó a investigar seriamente el caso, y a comprobar que claramente estaban documentados casos reales de gatos alados. Hay que remarcar en especial el trabajo de del zoólogo Dr. Karl Shuker, que interesado en la criptozoología es uno de los mayores expertos en el tema.

Hasta el día de hoy los veterinarios dan tres razones por las que algunos gatos presentan sus respectivas alas. La clasificación es la siguiente: 1) Algunos gatos de pelaje largo parece que enmarañan de alguna manera su pelo y este les acaba formando algo parecido a las rastas humanas. 2) Debido a un defecto en el colágeno de la piel, algunos gatos presentan una afección llamada “astenia cutánea felina” en la cual la piel se estira deformándose (en los humanos ocurre algo parecido con el síndrome de Ehlers-Danlos al que comúnmente se le llama síndrome de la piel elástica). 3) La tercera posibilidad es debida a una mutación genética en el que al gato le aparezcan más extremidades que las que le corresponden (en este caso por tanto las alas vienen también hueso).

Aquí un documento de video sobre el gato alado de Tunceli (es el que me ha parecido más simpático y por eso le dedico a éste más atención, pero por internet hay muchas más fotos).

¡Incluso Henry Thoreau en el Walden escribe en un capítulo un encuentro con uno de esos extraños gatos alados!

A mí que me interesa especialmente esta vertiente literaria de los gatos alados, por lo que me ha llamado la atención sobretodo los dos siguientes datos: que la escritora de fantasía Ursula K. Le Guin terminó escribiendo lo que Carmen Laforet quería, y escribió una serie de libros infantiles con ilustraciones llamada Catwings, donde aparecían nuestros queridos gatos alados. Y que algo parecido hizo otra escritora que desconozco, llamada Laura H. Von Stetina, que también hizo una serie de libros protagonizados por estos gatitos alados (winged kittens a los que ella bautizó con el nombre de flittens).

Para finalizar termino con una leyenda que corre por España que dice que como los gatos alados fueron perseguidos durante muchos siglos al ser considerados como criaturas diabólicas, unos monjes florentinos protegieron a algunos de estos en su monasterio, y allí se reproducieron protegidos, y actualmente allí está la mayor colonia de gatos voladores del mundo, ocultos a los ojos del mundo.

Sin embargo he de bajar el gato al suelo, porque investigando un poco creo que los de Firenze -bueno, italianos en general- no tienen ni puñetera idea sobre la existencia de ese monasterio con gatos alados.

Y además, lamentablemente y hasta donde yo sé, los gatos alados… no pueden volar (y dejo ya este gato-ladrillo, con la promesa pendiente de dedicarle otro ¿ladrillo? a la escritora Carmen Laforet)

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